EL DÍA QUE DEJÓ DE NEVAR EN ALASKA · ALICE KELLEN

7 oct 2018


Título: El día que dejó de nevar en Alaska
Autor/a: Alice Kellen
Editorial: Titania
Saga / Serie / Autoconclusivo: Autoconclusivo
Género: New adult / Romántica / Romántica Contemporánea 
Año de publicación: 2018
Páginas: 352
PVP: 15,20 €

Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.  Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.  La nieve empieza a derretirse.  Y todo encaja. 



Hoy quiero hablaros de un libro muy especial que me he tocado la fibra. Se trata de El día que dejó de nevar en Alaska de Alice Kellen. Tenía muchas ganas de descubrir tanto la historia como a la autora, y tengo que deciros de antemano que me ha dejado sin palabras y que, sobre todo, no podéis perderos esta obra.

Esta novela ha sido una de mis mejores lecturas en lo que va de año, ha sido una gran experiencia conocer la prosa de Alice Kellen, escribe demasiado bonito. Es sensible, tierna, detallista, y te hace sentir desmesuradamente. Esta historia para mí ha sido mágica. Sublime. Tiene todos los factores para coronarse una de mis novelas favoritas, que os iré comentando a continuación.


El día que dejó de nevar en Alaska nos cuenta la historia de Heather, una chica que necesita alejarse de su pasado y encauzar su vida de nuevo hacia otro destino. Es por eso que decide viajar hasta Alaska, en concreto a Inovik Lake, donde conocerá entre otras personas a Nilak. Este lugar le enseñará a creer en ella misma, y puede que en las segundas oportunidades.

Heather es una joven impulsiva, siempre dice lo primero que se le pasa por la cabeza pero se encuentra bastante perdida consigo misma. Divertida, irónica y muy sensible. Tiene la autoestima por los suelos y no es capaz de sentir un atisbo de compasión por sí misma. Nunca ha podido ser ella misma y arrastra muchos errores a cada paso que da en su vida. Siempre ha estado condicionada por las malas compañías que han hecho que pierda toda su personalidad y viviera en un ambiente superficial, vacío y de desaciertos, consecuente de una terrible realidad que ahora le acecha. Piensa que todo lo que toca, lo destruye. Lo único que cree que se le da bien es correr.

Decide entonces, por una vez en la vida hacer las cosas bien y alejarse de su familia para no hacerles daño nunca más. Su llegada a Inovik Lake será todo un desafío, un lugar donde se tendrá que encontrar a sí misma, alejada del mundo en el que solía subsistir, en San Francisco, para adentrarse en un paradero completamente distinto y ver si es capaz de afrontar los fantasmas que le atormentan. Lo que Heather no sabe es que conocerá al hombre que le hará esforzarse como nunca antes lo había hecho y sacar a la verdadera persona que siempre ha sido y que se encontraba tan oculta en sus adentros.


Nilak es un hombre que te atrapa desde el primer momento en que entra en escena. Misterioso, reservado, frío, solitario y una persona que impone con sólo mirarle a los ojos. Inteligente, protector y poco conversador. Él se esconde bajo esa coraza ya que oculta un doloroso pasado que ha hecho que  hoy sea así. Heather se cruza en su camino y éste intentará mantener la compostura para no dejar salir al Nilak que un día se fue.

Además de los protagonistas principales, encontraremos a otros de relativa importancia en la trama. Entre ellos están Caos -ese personaje que da vida a un husky siberiano de lo más adorable-, John, Seth, Sialuk, Naaja, Annie...todos tienen un papel importante y quiero que los conozcáis vosotros mismos. Cada uno se ha llevado un pedacito de mi corazón.


La pluma de Alice Kellen es pura sensibilidad. Intensa, tierna, sencilla, ágil, elegante y arrastra una carga emocional impresionante. Sabe tocar la fibra sensible y te hace sentir muchísimo. Me ha llegado al alma todo lo que contaba. Esta autora se ha convertido en unas de mis favoritas.

La historia de amor entre Heather y Nilak la he disfrutado muchísimo. Es lenta, va con calma, paso a paso, y eso hace que saborees y exprimas más la historia y puedas ver poco a poco la gran evolución entre dos personajes que están rotos por dentro y cómo sus debilidades van fortaleciéndose a medida que vas avanzando en la trama.

La ambientación y la cultura Inuit, otro extra en la historia. Perfectamente descrita, te transporta al frío polar de Alaska, corres con Caos, sientes los copos de nieve y conectas con el calor de la vida en aquel lugar. Me ha fascinado y he disfrutado todos los paisajes que comprendía Inovik Lake. Me negaba a acabar la historia y quería quedarme en aquel lugar y vivir con los personajes para siempre. Cuántas sensaciones en tan sólo 352 páginas. Gracias a Alice Kellen por hacer magia y crear un mundo con personajes que se quedan tan clavados en tu corazón. No creo que me olvide de ellos.

La novela está narrada en primera persona por parte de la protagonista, Heather. Pero también se van intercalando pequeños fragmentos de un diario narrado desde la perspectiva de Annie, una misteriosa chica que no llegamos a conocer hasta casi el final de la trama, cuando todo cobra sentido. Me ha resultado muy original además de intrigante conocer lo que se esconde bajo ese diario.

Hace tiempo que no me ocurría esto, pero no quería acabar el libro. Por una parte necesitaba saber muchas respuestas y seguir avanzando en la historia, pero por otro lado, me costaba mucho tener que despedirme de estos personajes tan entrañables, y como no, de Alaska.


"Eres la caricia del sol, la risa inesperada que se atasca en la garganta, eres lluvia suave, besos húmedos. Y más, más besos. Eres la pieza que faltaba en el puzzle que llevaba toda la vida intentando terminar."

En definitiva, El día que dejó de nevar en Alaska es una historia que os enamorará de principio a fin. Una de las historias más emotivas, preciosas e intensas que he leído en toda mi vida. Dos almas perdidas que nos harán creer en las segundas oportunidades. Una historia sencilla, pero llena de magia. Con personajes inolvidables que comprenden  el amor, el dolor, la pérdida y la superación personal. No os la podéis perder, os la recomiendo muchísimo. Fantástica e inigualable.